“La felicidad no es algo confeccionado. Viene de tus propias acciones”. Dalái Lama.
El eterno juego del ser humano, ser felices. Estamos aquí precisamente para eso, para ser felices, para disfrutar, para jugar (qué es la vida sino un juego de aprendizaje y perfección) el caso es que nos distraemos por el camino con decisiones que nada o poco tienen que ver con lo que realmente queremos, complicándonos la vida de una forma innecesaria y compleja.
¿La búsqueda de la felicidad hoy parece más imposible que nunca por los tiempos que estamos viviendo? Es una pregunta que últimamente me hago ya que en diversas conversaciones con el entorno que me rodea es una cuestión que se encuentra muy presente.
Partiendo del concepto de lo que es la felicidad desde el punto de vista del Espíritu (quizás mal entendido por el mundo Occidental) es un estado del Ser, un estado de equilibrio interior que nos lleva a sentir el gozo de vivir y existir independientemente de las circunstancias exteriores que nos rodeen (sufrimos por la interpretación que hacemos de eso que está sucediendo) es decir, “sí dominamos nuestra mente, vendrá la felicidad”
No parece fácil de alcanzar pues hemos sido condicionados, adoctrinados y programados por la sociedad de tal forma que hacemos imposible la verdadera felicidad.
Según el profesor Tal Ben-Sahar que dirige la Cátedra de la Felicidad en la Universidad de Harvard (su asignatura tiene lista de espera cada semestre), la felicidad viene a ser “esa sensación general de placer y significado; una persona feliz disfruta las emociones positivas al mismo tiempo que considera que su vida está llena de significado”
Y añade que “de media la felicidad depende en un 50% de la genética, en un 40% de las elecciones personales y en un 10% del entorno”.
Partiendo de todos estos conceptos ¿cómo vives tú la felicidad? ¿qué es para ti la felicidad? ¿cómo crees en ella? ¿cómo la creas? ¿cómo la vives? Te invito a que hagas un alto en tu camino y te hagas estas preguntas para poder seguir avanzando en tu vida y comprendas que la felicidad no se encuentra en el exterior, se encuentra dentro de ti, escondida, esperando a que conectes con ella, a que conectes con ese estado del Ser, que te lleve a esos momentos “flow” donde todo fluye y nada influye. Está en ese equilibrio interior que cuando lo logras, añade claridad a tu vida y empiezas a atraer todo aquello que te hace feliz.
Hoy, más que nunca, es urgente conectar con esa felicidad interna, con ese equilibrio dentro de ti para que lo de afuera no te arrolle y creas que por las circunstancias externas no puedes ser feliz. He visto a niños en áfrica jugar al fútbol descalzos y con un balón hecho de trapos viejos con la felicidad en sus sonrisas y sus ojos como no he visto en España, he visto a gente que no tiene nada (material) inmensamente felices y agradecidos de lo que tienen…..la vida!! ¿Dónde tienes puesto el foco? ¿Qué interpretación haces de lo que te sucede?
Empieza por dejar de mirar tanto hacia afuera, empieza a entrenar tu mirada hacia tu interior para encender la antorcha y ver qué está pasando en ese rincón oscuro, apenas alumbrado, vislumbrado y estudiado, que es tu interior. Dedícale tiempo de tu día, siente qué pasa ahí adentro, con qué cosas vibras, con qué cosas no vibras, qué amas, qué no amas, qué te hace feliz, qué no lo hace……Sé valiente, haz el ejercicio, y verás que tendrás un poco más de claridad en tu día.
Mientras escucho a Mozart escribiendo este post (es una de las músicas y actividades que me aportan felicidad y creatividad) comparto cinco consejos que nos regala el Dalái Lama (al que tuve la inmensa felicidad de conocer hace dos años en un viaje a Ladhak) para alcanzar la felicidad. Una mirada de Oriente al espíritu, esa mirada que hemos perdido o cerrado en Occidente.
1.- Encárgate de ti.- El primer paso es trabajar en la compasión y empezar a desarrollarla por ti. El Dalái Lama dice que sentirse contento es en gran medida una cuestión «de tu propia actitud mental«. Si sigues siendo una persona «honesta y sincera» respecto a lo que sientes, puedes encontrar la felicidad «sin importar cuál sea la situación del entorno». Todos seríamos personas más felices si aprendiéramos más sobre nosotros mismos y nos aceptáramos de una forma total.
2.- Toma tiempo para pensar.- Es mucho más fácil sentir compasión si te tomas tiempo para reflexionar sobre lo que estás experimentando. El Dalái Lama, por ejemplo, se levanta a las 3 de la mañana todos los días para meditar durante cinco horas. Es probable que no tengas tanto tiempo, pero se ha demostrado que incluso 10 minutos de meditación pueden ayudar a tus procesos de pensamiento. Los estudios demuestran que la meditación básicamente puede cambiar las partes del cerebro que te ayudan a manejar mejor el estrés y a aumentar el sentimiento de empatía.
3.- Adiós a la Ira.- No dejes que la ira domine tus pensamientos. Los estudios demuestran que gran parte de los pensamientos negativos se afianzan en la percepción, pero eso no significa necesariamente que seas un eterno optimista respecto a las experiencias negativas. «Si el vaso está medio lleno, no puedes fingir que está lleno», «Si puedes pensar en envolver tu sufrimiento y tu ira en una especie de compasión e interés, puede activarse el centro de las recompensas del cerebro».
4.- Ayuda a los demás.- Si puedes ayudar a los demás, «sin importar la situación del entorno, podrás conservar la confianza en ti mismo y tu felicidad». Hacer trabajo voluntario también tiene beneficios físicos: quienes hacen trabajo voluntario regularmente tienen menos probabilidades de sufrir de presión alta y viven más, según algunos estudios.
5.- Actúa como niño.- Sé juguetón e inocente. El Dalái Lama dice que los niños son «muy honestos» y suelen aceptar a la gente sin juzgar. «No les importa su religión, su nacionalidad, no les importan sus antecedentes familiares”. «La naturaleza humana básica es compasiva«.
«Haz el esfuerzo y una vez que te hayas comprometido, obtendrás resultados, aunque sean pequeños» Dalái Lama.
Feliz viaje a la felicidad!!
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