El Eneagrama es otra herramienta que nos permite conocernos y comprendernos mejor. El conocimiento de los tipos de personalidad es necesario en muchos ámbitos: en educación, en las ciencias, en los negocios, la literatura, la terapia y por encima de todo, en la espiritualidad. Si bien nuestras inquietudes pueden ser universales, la forma de expresarlas es mucho más particular, de hecho, está en función del filtro con el cual abordamos la vida. El principal que empleamos para comprendernos a nosotros mismos y comprender el mundo que nos rodea, para expresarnos, para defendernos, para hacer frente al pasado y anticiparnos al futuro, para aprender, para disfrutar y para enamorarnos, es nuestro tipo de personalidad.
El propósito principal del Eneagrama es descubrir el tipo al que pertenecemos cada uno, descubriendo así nuestra compulsión y aprender a trabajar sobre ella, a fin de lograr en definitiva nuestra libertad y sanación. Es un viaje de autoconocimiento.
En H2O trabajamos con el Eneagrama porque:
- Nos capacita para adquirir más conocimiento sobre nosotros mismos y los demás.
- Nos sirve para distinguir con más claridad nuestros filtros y tomarlos debidamente en cuenta.
- Nos muestra nuevos problemas psicológicos esenciales a la vez que nuestras fuerzas y debilidades en las relaciones interpersonales.
- Nos indica nuestros problemas esenciales y la forma de hacerlos frente o tratarlos.
El Eneagrama distingue nueve tipos de personalidad. Este mapa de la personalidad que distingue nueve patrones básicos de conducta, también llamados eneatipos y representados por números que van del uno al nueve, tiene como símbolo una figura con nueve puntas -de ahí su nombre, enea significa nueve- unidas por varias líneas que muestran las interrelaciones entre los diferentes caracteres.
Los nueve eneatipos que componen el Eneagrama:
- Eneatipo l: Su pasión es la ira, aunque la reprimen porque los aleja de la perfección que desean alcanzar y la disfrazan de benevolencia. En su estado sano son tolerantes y benévolos. Ejemplos de 1 son Juana de Arco y Margaret Thatcher.
- Eneatipo 2: Los orgullosos usan la estrategia de dar, de ayudar para seducir y elevar su propia imagen. Necesitan ser el centro de atención y esconden una profunda necesidad de ser amados. Cuando están en su estado sano son tolerantes y benévolos. La Madre Teresa de Calcuta o Elvis Presley son este eneatipo.
- Eneatipo 3: Los vanidosos se suelen centrar en brillar en su trabajo. Buscan su ser a través del éxito. Son máscara pura y muy camaleónicos. Tom Cruise y Oprah Winfrey son ejemplos.
- Eneatipo 4: Su pasión es la envidia y tienen una sensación profunda de carencia. Se suele comparar con los otros y usan el sufrimiento propio para resaltar su importancia. Michael Jackson y Frida Kahlo.
- Eneatipo 5: Los avaros tienden a acumular conocimientos y viven con distanciamiento emotivo. Son muy intelectuales y tienen una gran necesidad de independencia. Stephen Hawking y Tim Burton son ejemplos de 5.
- Eneatipo 6: El miedo es su pasión dominante. Son personas que suelen dudar continuamente. Buscan la autoridad pero al mismo tiempo huyen de ella. En su estado más sano conectan con la valentía. Woody Allen y Adolf Hitler son 6.
- Eneatipo 7: Los gulosos suelen ser personas alegres, con multitud de planes de futuro para pasárselo bien y que huyen del sufrimiento. Peter Pan es un ejemplo de 7.
- Eneatipo 8: Los lujuriosos son buscadores de la intensidad a los que no les importa meterse en peleas con tal de no parecer débiles. Suelen dar miedo al resto de la gente, pero detrás de esa armadura ocultan una gran inocencia. Tony Soprano, el mafioso protagonista de ‘Los Soprano’ o Robin Hood son este eneatipo.
- Eneatipo 9: Los perezosos suelen ser personas, aparentemente felices, pero con una gran dificultad para mirarse a sí mismos y saber qué es lo que desean. Se funden con su entorno y son grandes pacificadores. Winston Churchill o Nelson Mandela son 9.
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