Sí quieres alcanzar tus metas y objetivos, lograr el éxito en aquello que te propongas, es fundamental hacer lo necesario y no lo cómodo. Tu gratificación deberá estar a un medio-largo plazo y no a un corto plazo. Incorporar nuevos hábitos en nuestra vida, nos permite crear nuevos circuitos neuronales, y así estaremos creando nuevos patrones de pensamiento, dejaremos poco a poco de actuar como veníamos haciéndolo hasta ahora, es decir, automáticamente y de memoria.
Para ello, deberás añadir nuevos y buenos hábitos a tu vida. Los buenos hábitos son como un camino que te conduce hacia el éxito, los hábitos te conducen a tu destino. Los hábitos positivos producen resultados positivos.
Según la teoría del Doctor Maxwell Maltz autor del libro “Psycho Cybernetics”, publicado en 1960, sólo se requieren 21 días para crear un nuevo hábito. Su estudio lo fundamentó tomando como referencia sus prácticas profesionales como médico cirujano plástico. Observó que sus pacientes tardaban 21 días en superar sensaciones falsas sobre su estado físico, específicamente en personas que habían sufrido una amputación.
En el libro “El monje que vendió su Ferrari,” en uno de sus capítulos habla sobre este tema, enseña cómo crear hábitos positivos. Sobra decirte que si tienes la oportunidad te recomiendo leer el libro. El libro habla sobre “la regla mágica del 21” la cual afirma que para que una persona convierta un comportamiento en un habito positivo, hay que realizar esa actividad durante 21 días seguidos.
¿Sabes que los malos hábitos son imposibles de borrar? Es verdad, no se pueden borrar pero eso no quiere decir que no puedan ser sustituidos. La única manera de crear un nuevo hábito es aplicar tanta energía a ello que prácticamente el viejo habito se retire por sí solo. Este proceso tarda más o menos 21 días.
Cuando introduces una actividad en tu rutina diaria haciéndola de la misma manera y a la misma hora cada día, esa actividad se convierte rápidamente en un hábito.
Si quieres crear un hábito es importante que seas constante, es importante que lo hagas todos los días.
Durante los primeros días te resultará muy difícil y tendrás ganas de regresar a tus viejos hábitos, tu subconsciente se revelará y te dirá que para qué estás haciendo eso, pero la clave está en centrarte y en enfocarte en el beneficio que vas a obtener al realizar ese nuevo hábito.
El ver el beneficio muy claro, te proporcionará la motivación y la entrega para hacer el esfuerzo de crear el nuevo hábito. El objetivo de un hábito es solo una cosa: Actuar
“Si siembras un pensamiento, cosecharás una acción. Si siembras una acción, cosecharás un hábito. Si siembras un hábito, cosecharás un carácter. Si siembras un carácter, cosecharás un destino”.
La clave de crear hábitos positivos consiste en pensar en los beneficios y en ser constante. Solo así lograrás instalar en ti un hábito sólido y duradero. Hay que ser disciplinado.
Decide hacer las cosas que deberías hacer, en lugar de hacer aquellas cosas que requieren el mínimo esfuerzo.
Te dejo tres claves para crear hábitos productivos:
“Todos estamos preparados para un cambio pero no todos logramos cambiar. El modo en el que desarrolles ese hábito determinará tu éxito”.
1.- Un solo cambio a la vez, pequeño y sencillo. Hazlo Muy Pequeño!!
Es esencial intentar sólo un cambio a la vez. Lo que ya es un notable reto de por sí. Además, hay que proponerse cambios muy pequeños y muy sencillos pero repetirlos cada día. Yo diría que debemos marcarnos micro cambios. Fíjate un minúsculo cambio en tu rutina productiva que puedas llevar a cabo.
Empieza por algo muy pequeño, tan solo el primer paso. En mi caso me propuse incorporar algo de fruta en mi dieta diaria (no tomaba nada de fruta, viene de familia!) y lo que hice fue introducir una pieza de fruta al día en mi dieta.
2.- Fíjate cambios concretos que puedas medir y palpar
Para lograr cambios duraderos tienes que fijarte retos muy concretos, muy palpables que fácilmente puedas medir y decir: “lo he conseguido” o “no lo he conseguido”.
En todos los casos esos cambios supondrán hacer o no hacer algo, esto es, requerirán de una acción. Además, el fijar objetivos concretos te permitirá dos cosas:
A) Evaluar tus progresos con avances (o retrocesos) reales y tangibles.
B) Saborear, felicitarte y premiarte por cada avance: serás el primer beneficiado!!
Recuerda algo muy importante: “Todo aquello que no se ejercita, se pierde”
3.- Repite y repite con regularidad diaria y constante
Al hábito se llega por la rutina y a la rutina por la repetición. Para hacer crecer un hábito de forma duradera y sólida es imprescindible ser constante y persistente. En general tendemos a abandonar algo con la misma rapidez con la que nos entusiasmamos. En el terreno de los cambios productivos esto está mucho más presente, y firmes y bienintencionados propósitos se vienen abajo en muchos casos por la falta de constancia.
Ser regular no es fácil, requiere motivación, disciplina y la iniciativa de querer hacer las cosas. Pero el hecho de fijarte cambios muy pequeños y cambios que además tú mismo puedas palpar y ver realizados, será determinante a la hora de facilitar esa repetición tan necesaria a la hora de crear rutinas productivas.
“Somos lo que repetidamente hacemos. La excelencia entonces, no es un acto, sino un hábito”. Aristóteles.
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