En un país en el que se apuesta poco por el emprendimiento y tampoco nos enseñan a emprender porque no se premia el “intento”, llama la atención que desde que apareció la crisis, muchas personas han emprendido a pesar de los consejos del entorno que, en la mayoría de los casos, desaconseja lanzarse a luchar por un sueño y conseguir aquello que tanto se desea.
Pues bien, cualquier tiempo es bueno para emprender sí crees en tu idea, nunca como una huida hacía delante, y estás dispuesto a morir, en el sentido metafórico, por ella. Es verdad que no tenemos el escenario perfecto para emprender ni tan siquiera un escenario flexible para hacerlo pero las cosas que están destinadas a ser grandes, nunca son fáciles en sus comienzos y sí no que se lo digan a Walt Disney, que vio rechazado su proyecto en busca de financiación la friolera de 300 veces pero que le permitió perfeccionar su sueño en cada «NO» que recibía y a día de hoy es uno de los emporios más grandes en el mundo, en el sector del ocio y el entretenimiento.
No va a ser fácil, no, pero lo que realmente importa es que sea posible y lo mejor de ese camino es ver la persona en la que finalmente te conviertes durante todo ese proceso. Atraviesas numerosos valles y desiertos, te sientes en una montaña rusa emocional que piensas que nunca va a terminar, te haces fuerte, sacas recursos internos que ni siquiera imaginabas, te cuestionas a ti mismo y entonces te haces la gran pregunta……¿Qué es entonces emprender? Emprender es una forma de enfrentarse al mundo, una manera de entender la vida con la que no todo el mundo se siente a gusto. ¿Y cuál es esa forma de vida? Es aquella en la que la persona disfruta con la incertidumbre y la inseguridad de qué pasará mañana. El verdadero emprendedor es aquel a quién lo incierto procura un especial placer.
Y en este cambio de Era que estamos atravesando, la incertidumbre y la inseguridad cobran protagonismo. Debemos aprender a sentirnos cómodos en la incertidumbre, en el “no saber”, en este nuevo escenario tenemos que encontrar la inspiración, debemos adaptarnos. Decía Charles Darwin: “ Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.
Bienvenidos a la Era de los Emprendedores con conciencia, hombres y mujeres que deciden lanzarse a hacer lo que aman y que aman lo que hacen desde el corazón. Que trabajan por alcanzar sus sueños, sus ideas o proyectos. Que no desfallecen y que toman los obstáculos como retos que vencer y que les hacen crecer, que se preguntan cada día sí lo que están haciendo hoy, les acerca a dónde quieren estar mañana. Que arriesgan, que se preparan a nivel personal, que quieren dejar un legado o huella en su entorno más inmediato, que ayudan, que inspiran a trabajar por un mundo mejor donde exista más equilibrio e igualdad para todos, en definitiva……hombres y mujeres que quieren aportar y contribuir con su cambio personal a mejorar el mundo desde sus negocios.
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